Finalmente capturan al sospechoso del crimen del peluquero de Recoleta Abel Guzmán, el estilista de 43 años, estuvo escondido durante más de dos meses en una casa de la localidad de Moreno, tras quitarle la vida a Gabriel Medina de un disparo en la cabeza.
La policía lo arrestó con una nueva apariencia: barba recortada y cabello corto, muy diferente a la foto que se difundió en los primeros días del asesinato, donde se le veía sin barba y con el pelo atado y lleno de gel. Increíble cambio
El novio de la víctima, Julio Mendoza, se mostró sorprendido por la transformación de Guzmán y señaló que el cambio fue radical. Además, destacó que el acusado fue detenido a solo 15 minutos de su casa y que podría haberlo cruzado en cualquier momento.
Guzmán huyó sin dejar rastro después del crimen, pero finalmente lo encontraron en una casa de Moreno. El colorista fue asesinado en la peluquería Verdini, en el barrio porteño de Recoleta, y desde entonces no se supo nada de él, hasta ahora.
La familia de Guzmán es de Santiago del Estero, y su madre, Cecilia Guzmán, aseguró no saber nada sobre el paradero de su hijo. Por su parte, la familia de la víctima temía que el asesino hubiera escapado a la provincia de donde es oriunda su familia y estuviera escondido allí.
Abel Guzmán era conocido por su meticuloso trabajo con tratamientos de keratina y tenía su clientela, pero era percibido como una persona solitaria y retraída. Los clientes lo recuerdan por su lema Abelizate, una invitación a experimentar su toque único en el cuidado del cabello. Sin embargo, había una tensión creciente entre él y la víctima, alimentada por problemas de ego y disputas sobre la clientela.