Increíble pero cierto A sus tan solo 43 años, el reconocido periodista Claudio Iturra ha dejado este mundo de manera súbita y sorprendente a causa de un infarto agudo de miocardio. Horas antes, Iturra había estado activo en sus redes sociales, pero de pronto, sufrió una terrible afección cardíaca que le arrebató la vida.
Según información preliminar, la muerte de Iturra se debió a un infarto, también conocido como ataque al corazón, el cual se produce cuando una arteria coronaria se bloquea repentinamente, impidiendo el flujo de sangre y oxígeno al corazón. Esta afección puede ocurrir en cualquier momento y sin previo aviso, incluso en personas jóvenes y aparentemente saludables.
El infarto agudo de miocardio se produce cuando un coágulo bloquea una de las arterias coronarias, lo que causa la muerte de células cardíacas. Los factores de riesgo más comunes incluyen hipertensión, diabetes, tabaquismo, niveles altos de lípidos, obesidad abdominal y estrés permanente. Además, este tipo de infartos pueden ocurrir en reposo, después de un aumento súbito en la actividad física, en clima frío y después de un evento emocional o físico intenso.
Es alarmante saber que, aunque esta afección suele afectar a personas mayores de 60 años, cada vez más jóvenes están presentando esta peligrosa condición. Por lo tanto, es fundamental estar informado y tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de sufrir un infarto.
Si sospechas que estás sufriendo un ataque cardíaco, es crucial llamar a emergencias de inmediato y no intentar conducir al hospital por tu cuenta. Los síntomas más comunes incluyen dolor en el pecho, indigestión intensa, sensación de pesadez en el pecho, ansiedad, tos, palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar. Aunque algunas personas pueden experimentar un infarto sin síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha de algún problema cardíaco.
La muerte de Claudio Iturra nos recuerda la importancia de cuidar nuestra salud y estar atentos a cualquier señal de advertencia. Descansemos en paz, querido Claudio.