VALLADOLID, 20 de mayo. BRÚJULA DEL DELITO.- La primera autoridad del consistorio de Valencia, Mª José Catalá, ha confirmado hoy el pronto funcionamiento de tres cámaras de vigilancia en el barrio de La Punta, como parte de un plan de refuerzo de seguridad, luego de una serie de robos a mano armada que han causado pánico entre los vecinos.
Estas cámaras, que estarán monitoreando las 24 horas del día, serán conectadas al centro de mando de la Policía Local y se sumarán a las ya existentes en los barrios de Orriols y Benimàmet, donde han demostrado ser eficaces, reduciendo las intervenciones policiales en un 30% y un 20%, respectivamente.
La alcaldesa ha visitado la zona, donde ha verificado la instalación de la segunda cámara en la carrera Font den Corts, mientras que la primera, ubicada en la intersección de la calle Eduardo Primo Yúfera con Jesús Morante Borràs, ya se encuentra en funcionamiento. La tercera será instalada el miércoles 22 en la CV-5010 con la carrera del Riu.
Catalá ha destacado la importancia de reforzar la seguridad en esta zona, donde predominan las viviendas unifamiliares y una gran cantidad de residentes de edad avanzada. Debemos protegerlos al máximo, no solo de los robos, sino también de la alta velocidad en las vías, ha declarado.
El refuerzo de seguridad en La Punta se produce después de que cuatro personas fueran arrestadas y tres de ellas enviadas a prisión preventiva, tras una serie de robos violentos en la zona. La alcaldesa ha asegurado que estas medidas, junto con un mayor despliegue policial, ayudarán a que los residentes recuperen la tranquilidad en sus hogares.
El alcalde pedáneo, Manuel Martí, ha celebrado la instalación de las cámaras en puntos estratégicos de La Punta y el refuerzo de la Policía Local, así como la rápida y eficaz respuesta del Ayuntamiento a sus peticiones tras los asaltos a viviendas.
Según Martí, se han registrado entre 11 y 12 robos a mano armada, cometidos con una desproporción total en la agresividad, incluso contra personas mayores y dependientes. Esta agresividad era innecesaria; había gente que era dependiente, que no se podía levantar de la silla de ruedas, ha lamentado.
El alcalde pedáneo ha confiado en que las medidas adoptadas ayuden a prevenir nuevos robos y ha asegurado que los propios vecinos han reforzado la seguridad de sus viviendas y se sienten más tranquilos después de ver la presencia policial. La gente tenía mucho miedo de estar en sus casas. Poco a poco, yo creo que esto pasará, ha concluido.