Tensión en Venezuela mientras se acercan las elecciones presidenciales del 28 de julio Nicolás Maduro, el actual mandatario, se muestra confiado en lograr la reelección, pero los sondeos no parecen estar de su lado. Apenas alcanzaría un 25-30% de apoyo, mientras que el opositor Edmundo González supera ampliamente al chavismo con más de un 50% de simpatías.
Maduro, sobreviviendo a un atentado en su contra en 2018, ha vuelto tímidamente a las calles para hacer campaña. Sin embargo, el chavismo se enfrenta a este proceso electoral con menos recursos para derrochar y una estrategia centrada en culpar a la oposición por los problemas del país.
El mandatario ha declarado que cuando gana la oposición, pierde el pueblo, pierde el país, pierde la nación. Es una fórmula automática, una ecuación directa. Maduro responsabiliza a la oposición de los últimos años de crisis económica, hiperinflación, éxodo de venezolanos y falta de infraestructuras, como hospitales, escuelas y universidades.
El chavismo también culpa a Estados Unidos por las sanciones y acusa a Washington de ser el origen de los males que aquejan al país. Maduro, buscando un tercer mandato consecutivo, asegura ser el único con un programa de gobierno para los ciudadanos, argumentando que el resto de candidatos no han presentado propuestas reales.
En un intento de conectar emocionalmente con los votantes, el chavismo ha designado a antiguos ministros de Chávez para su comando de campaña y ha incorporado a Alex Saab y su esposa Camila Fabri en el equipo de comunicaciones. Saab, un empresario colombiano acusado de corrupción y lavado de dinero, fue canjeado por presos estadounidenses y enviado a Caracas por el presidente Biden.
A pesar del control gubernamental sobre los medios de comunicación en Venezuela, Maduro ha expresado su preocupación por no poder difundir su mensaje a gran escala. Ha pedido a su equipo más esfuerzos en redes sociales, alegando que está censurado en esas plataformas y que la gente cada vez ve menos televisión, prefiriendo el internet.
El futuro de Venezuela se decide en las urnas el 28 de julio, y la batalla entre Maduro y la oposición se intensifica.