La estrella del fútbol, Sam Kerr, se enfrenta a una pesada carga en su camino mientras lucha por despejar su nombre en un escándalo que ha sacudido el mundo del deporte rey. La delantera del Chelsea ha estado pasando por momentos difíciles desde principios de año, incluyendo una grave lesión en la rodilla y dudas sobre su participación en la Eurocopa de este verano. Sin embargo, lo que ha desatado una verdadera tormenta ha sido un altercado que tuvo con un taxista y un policía en Londres a inicios de marzo.
El incidente ha llevado a Kerr a ser acusada de causar intencionalmente acoso, alarma o angustia con agravantes raciales a un oficial de policía. Todo ocurrió después de una noche de fiesta con sus compañeras de equipo, donde la situación se le fue de las manos a la jugadora. A las 3 de la madrugada, después de anotar un hat-trick en la victoria por 3-2 en la Copa FA sobre el Liverpool, Kerr vomitó en un taxi y se vio envuelta en una disputa sobre la factura. Cuando llamaron a la policía, ella supuestamente insultó al oficial que la atendía llamándolo estúpido bastardo blanco.
Lo que ha encendido aún más las llamas ha sido el anuncio del juez de que tendrá que esperar hasta febrero de 2025 para que se escuchen sus cargos penales en un tribunal de Londres. La audiencia preliminar que tenía programada para el lunes fue cancelada y se dictaminó que ya no es necesaria.
A pesar de que los antecedentes del altercado han sido revelados, Kerr sigue luchando por que se desestimen los cargos penales. Un secretario del tribunal de Londres ha informado que todos los problemas entre las partes ya se han resuelto y que la próxima fecha que tienen para el caso es la fecha del juicio, el 3 de febrero del próximo año.
Este escándalo ha dejado a los fanáticos del fútbol con la boca abierta y ha puesto en tela de juicio la reputación de una de las jugadoras más talentosas del mundo. Mientras tanto, Kerr tendrá que esperar hasta 2025 para tener la oportunidad de defenderse y limpiar su nombre.