La industria de certámenes de belleza en los Estados Unidos se encuentra en un aprieto, después de que Miss USA Noelia Voight y Miss Teen USA UmaSofia Srivastava hayan renunciado a sus respectivos títulos. Aunque las renuncias fueron presentadas con delicadeza en los comunicados, se dejó entrever un desorden oculto en la organización.
En días recientes, la farándula ha estado llena de declaraciones impactantes sobre el mundo de los concursos de belleza. El exjuez y director de Miss Venezuela, Osmel Sousa, ha estado en el centro de atención, luego de hacer comentarios sobre la participación de Ileana Márquez Pedroza en Miss Universo y de ser despedido de Miss Universo México.
Noelia Voight, quien fue Top 20 en Miss Universo 2023, renunció el 6 de mayo, argumentando que su salud mental era una prioridad. En su comunicado de Instagram, expresó: Mi viaje como Miss USA ha sido increíble, pero he decidido renunciar para valorar mi salud mental.
Por otro lado, UmaSofia Srivastava, quien fue coronada el 28 de septiembre de 2023 en Las Vegas, Nevada, renunció al título afirmando que sus valores personales no estaban alineados con la dirección de la organización.
Las madres de ambas reinas estadounidenses han salido en su defensa, alegando que ambas continúan atadas a un contrato que les impide hablar abiertamente sobre la situación. Jackeline, madre de Noelia, reveló que el sueño de su hija se convirtió en una pesadilla, llena de malos tratos, abusos e intimidación por parte de la CEO de Miss USA, Layla Rose, y su equipo.
Además, Jackeline hizo una declaración impactante sobre una propuesta inapropiada que le hizo un hombre a Noelia durante un evento oficial con la organización. Vi a Noelia muy estresada y le pregunté: Qué pasó. Ella respondió: Un hombre en un carro me dijo: Te gustan los viejos con dinero y eso hizo que mi hija se sintiera muy mal, declaró Jackeline en una entrevista con Noticias Telemundo.
En resumen, la industria de los certámenes de belleza en los Estados Unidos se enfrenta a una situación delicada, con dos reinas que han renunciado a sus títulos y acusaciones de malos tratos y abusos. Las ex reinas y sus madres continúan atadas a un contrato que les impide hablar abiertamente sobre la situación, manteniendo a la farándula en vilo y esperando más detalles.