La comisaría de policía más antigua y legendaria de Arequipa, la PNP Palacio Viejo, deslumbra con su rico pasado y arquitectura de ensueño Ubicada en la primera cuadra de la calle que lleva su nombre, a solo 300 metros de la Plaza de Armas, esta delegación policial es un tesoro escondido en el corazón de la ciudad blanca.
Con una historia que se remonta al siglo XVII, la comisaría Palacio Viejo fue originalmente un cuartel utilizado por los españoles y luego se convirtió en un orfanato dirigido por la congregación de Padres Jesuitas. Después de la guerra de la independencia, el edificio se utilizó como morada para los expósitos, un establecimiento benéfico que brindó refugio a los huérfanos y desamparados.
Actualmente, la comisaría Palacio Viejo es comandada por el respetado comandante PNP Fuentes Amaya Gustavo y cuenta con 94 valerosos efectivos policiales. El recinto, que abarca un terreno de 1116 metros cuadrados, es un fascinante ejemplo de la fusión de técnicas de construcción europeas y autóctonas, con sus gruesos muros de roca volcánica, llamada sillar, y su intrincada decoración barroca.
La comisaría se encuentra dentro de la zona monumental del centro histórico de Arequipa, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. El centro histórico está rodeado de belleza natural, con los majestuosos volcanes Misti, Chachani y Pichu Pichu como telón de fondo.
No es de extrañar que la comisaría Palacio Viejo haya desempeñado un papel crucial en la historia de Arequipa, ya que fue la 2da Comandancia de la Guardia Civil de la Compañía de Seguridad de Batallón Sur desde 1926 hasta 1930. Posteriormente, se reorganizó como la plana mayor de la primera comisaría Arequipa, como parte de las Fuerzas de Seguridad de la República.
En definitiva, la comisaría Palacio Viejo es mucho más que un simple edificio policial; es un vibrante testimonio del pasado de Arequipa y un tesoro arquitectónico que deleita a locales y visitantes por igual.