Un ex maestro de educación física ha sido sentenciado a pasar una década en prisión luego de ser hallado culpable de cometer actos lascivos contra varios de sus alumnos en la Escuela Normal Paula Albarracín de Sarmiento en Gobernador Virasoro, Corrientes. El individuo, de 46 años y conocido como Gustavo Enrique Escobar, fue encontrado responsable de ocho de los once cargos presentados en su contra.
El escándalo salió a la luz a mediados del año pasado cuando una madre fue alertada por su hijo sobre el comportamiento inapropiado del profesor. Pronto, otros padres comenzaron a hablar y denunciaron que sus hijos también habían sido víctimas de abusos por parte del maestro. En total, once padres presentaron cargos formales contra Escobar.
Durante el juicio, los menores testificaron en cámara Gesell y proporcionaron detalles cruciales que llevaron a la condena del acusado. Según sus relatos, Escobar utilizaba juegos en el aula para manosear a los estudiantes. Algunos niños declararon que el profesor los tocó en sus partes íntimas y les advirtió que no hablaran sobre el incidente porque el lobo es muy malo.
Otra alumna de segundo grado declaró que el maestro la tocó en sus partes íntimas mientras la ayudaba a completar una actividad. En otra ocasión, la sentó en su regazo para tocarla. Un niño relató que, como ganador de un juego llamado el lobo y la música de colores, el profesor lo toqueteó como premio.
A pesar de que el fiscal Julio Cazarré había solicitado una sentencia de 40 años de prisión, el tribunal decidió imponer una pena de doce años. Los jueces argumentaron que, si bien se pudieron probar ocho de los once cargos, consideraron que la mayoría de los abusos habían ocurrido sobre la ropa de los estudiantes.
El abogado querellante destacó la culpabilidad del acusado y dijo que, más allá de la pena impuesta, se había podido demostrar que el profesor había abusado de varios niños durante las clases de educación física. Escobar, quien había negado las acusaciones, se descompensó cuando se le leyó el veredicto y tuvo que ser atendido por personal médico. Después de la sentencia, se le revocó la prisión domiciliaria y deberá cumplir la pena en una cárcel común.