María Corina Machado está a solo 81 días de lograr algo histórico en Venezuela La líder opositora, prohibida de ejercer cargos de elección popular, ha encendido la chispa de la esperanza en el corazón de miles de venezolanos. Después de 25 años de lucha y superación de obstáculos, Machado se ha convertido en el símbolo de la resistencia y la esperanza en un país sumido en la oscuridad.
En días recientes, Machado ha estado recorriendo el estado andino de Trujillo, donde antes era férreamente chavista. La gente, emocionada y llena de esperanza, se ha reunido en multitudes para ver a la mujer que ha desafiado al gobierno y ha puesto en jaque al resto del continente. Con su camiseta blanca y jeans, Machado se ha ganado el corazón de su pueblo, que la ve como una de los suyos.
Hace 12 años, Machado ya era una figura conocida en la política venezolana. Su enfrentamiento con Hugo Chávez en la Asamblea Nacional bajo control revolucionario demostró su valentía y su compromiso con la causa de la libertad. Ahora, como la protagonista de un hito político que parecía imposible, Machado ha tomado la iniciativa estratégica y no la suelta.
La promesa de Machado de traer de vuelta a los venezolanos que han tenido que huir de su país ha calado hondo en el sentimiento nacional. Con casi 9 de los 31 millones de venezolanos en la diáspora, la promesa de Machado es un motor poderoso de cambio.
Pese a la indefensión y a las trampas que se le tienden, Machado no ha errado en ninguno de sus movimientos. Su madurez personal y política, cercana a un centro liberal, se pone a prueba cada día. Incluso en situaciones adversas, como el encarcelamiento y la persecución de su círculo más cercano, Machado mantiene su compromiso y su lealtad.
Machado ha puesto lo político por encima de lo ideológico, haciendo llamados constantes a la reconciliación y defendiendo lo electoral. Ha incorporado a su lenguaje elementos sociales que no estaban presentes hace unos años en un ideario más liberal y político.
La transformación de Machado ha sido notable en los últimos dos años. Ahora es más ella misma y se ha conectado con la gente de una manera más profunda. Ella escucha, anota y profundiza en las ideas, demostrando una evolución emocional y una conexión más fuerte con su pueblo.
María Corina Machado no es solo una candidata, es un movimiento de liberación nacional que permite la participación de todos, por diferentes que sean. Es un símbolo de esperanza y libertad para un pueblo que ha estado sumido en la oscuridad durante demasiado tiempo. Es una figura que ha logrado encarnar las esperanzas de un pueblo más allá de su propia referencia identitaria.
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