Drama y caos en el idílico ejido de Luchana, San Pedro, Coahuila, donde la tranquilidad se vio sacudida por una conmocionante tragedia Un sábado vespertino, alrededor de las 17:00 horas del 11 de mayo, la vida de la comunidad se tiñó de luto y horror.
Un individuo, apodado El Josesote, de unos 35 años, irrumpió en la calma con un acto atroz: asesinó a sangre fría a una desafortunada mujer, Norma Aguilar Flores, de entre 35 y 40 años. La víctima, sin mediar palabra ni provocación alguna, fue abatida de un balazo en la cabeza, yéndose de este mundo de manera instantánea.
El sospechoso, al ver lo que había hecho, huyó como alma que lleva el diablo, pero la justicia no tardó en llegar. Los cuerpos de seguridad, entre los que se encontraban la Policía Estatal, Municipal de San Pedro y Francisco I. Madero, la Agencia de Investigación Criminal del Estado y el Grupo de Acción y Reacción, se apresuraron al lugar y dieron con el paradero del criminal.
Cuando el despreciable individuo se enfrentó a los agentes, los recibió a balazos, pero los valientes policías no se amedrentaron y respondieron al fuego, acabando con su vida en el acto. A pesar de los esfuerzos de los paramédicos de la Cruz Roja por reanimarlo, el asesino ya había cruzado el umbral hacia el más allá.
Los habitantes de Luchana, aún conmocionados, describieron al criminal como un hombre con problemas mentales y adicto a vicios, que había cometido el crimen sin ninguna razón aparente. Los cuerpos sin vida de la víctima y el verdugo fueron trasladados al Semefo de Matamoros, Coahuila, donde se llevará a cabo la autopsia correspondiente. Las autoridades ministeriales se harán cargo del caso y es de esperar que pronto se haga justicia por este espantoso crimen.