Exclusivo Julio César Rodríguez se pronuncia sobre el doloroso revés que sufrió Mane Swett en su lucha por la custodia de su hijo de 11 años.
El corazón de la actriz se ha roto en mil pedazos, ya que un juez ha desestimado su petición de regresar con su retoño desde Nueva York a Chile, luego de que el padre se negara a devolverlo durante más de un año. El fallo argumenta que el niño no desea retornar.
El menor habría manifestado un profundo malestar con su vida en Chile, mencionando la soledad, pocos amigos, una relación materna distante y fría, largos periodos a cargo de niñeras y una educación poco estimulante, entre otras cosas.
Ante esta situación, Julio César Rodríguez quiso ofrecer una reflexión sobre lo que se avecina para la actriz. Se centró en el bienestar del niño, la recomposición de vínculos y aceptar que a veces la persona que uno ama es feliz en otro lugar.
Mane Swett lleva año y medio separada de su hijo de 11 años.
Julio César Rodríguez habló de vínculos y desapego
Debemos encontrar la forma de que el vínculo permanezca y se desarrolle. Ojalá el exmarido, el ciudadano estadounidense, tenga la generosidad de incluir a Mane como familia, sin importar dónde esté el niño, para garantizar su felicidad. Porque, independientemente de este conflicto, el amor debe estar presente en el niño, de ambos padres. Cómo cultivar ese amor, cómo hacerlo crecer, cómo brindarle herramientas y elementos para que, a pesar de la distancia, se pueda generar un lazo hermoso, es el desafío que enfrentamos hoy, declaró el conductor.
Para Julio César, este fallo no se trata de la distancia física, sino de las emociones que experimenta el menor cuando se refiere a un lugar y a otro. A su juicio, eso debe corregirse, debemos esforzarnos por generar un vínculo diferente. No se me ocurre otra cosa para aliviar este dolor que debe sentir Mane. Luchar ahora por forjar el vínculo, por acercarse, por vivir de otra manera, expresó.
Para finalizar, el comunicador profundizó en la posible distancia que el mismo niño habría solicitado. El desapego es difícil, pero también es generoso. A veces una persona no está cerca de la persona que ama, porque está siendo feliz en otro lugar, y debemos aceptar eso y decir la persona que amo no es más feliz conmigo, y voy a tratar de complementar esa alegría, de sumar a esa felicidad, de hacerla crecer, señaló Rodríguez.