El PSG se despidió de la Champions League con una amarga eliminación que les impidió alcanzar la ansiada final en Wembley. El equipo entrenado por Luis Enrique se topó con un insuperable Borussia Dortmund, que mantuvo su portería a cero en los 180 minutos de la eliminatoria. A pesar de que los franceses tuvieron la mala fortuna de estrellar seis balones en los postes, no pudieron anotar ni un solo gol.
Este dato, aunque no cambia el resultado final, demuestra que el PSG, con un poco más de suerte, podría haber llegado a la final de la orejona. Al final del encuentro, Luis Enrique reconoció el buen juego de su equipo, pero lamentó la falta de acierto de cara a puerta. El técnico asturiano se refirió a los expected goals, un concepto que se ha vuelto cada vez más popular en el fútbol actual.
Los expected goals son un índice que se calcula a partir de diversas variables, como el número de disparos a puerta, la posición desde la que se realizan, la distancia a la portería y los rivales que haya entre el punto de disparo y la meta rival. Gracias a la inteligencia artificial, este índice se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada en el fútbol moderno.
Según este cálculo, el PSG debió haber anotado tres goles en el partido y el Dortmund, menos de uno. Sin embargo, el fútbol no siempre se rige por las estadísticas y el equipo alemán demostró una gran solidez defensiva y una efectividad letal en ataque. El PSG, por su parte, decepcionó en el aspecto ofensivo y no pudo cumplir con las expectativas generadas.
En definitiva, el PSG se despide de la Champions League con una nueva decepción y el Borussia Dortmund se convierte en el verdugo de los franceses. La falta de acierto de cara a puerta y la sólida defensa alemana impidieron al PSG alcanzar la ansiada final de Wembley.