"El Grupo XXI, una agrupación de más de veinte agentes de la Policía Nacional, es considerado el corazón del Cuerpo gracias a su especialización en la lucha contra los delincuentes violentos organizados. Aunque son poco habituales en la prensa, este equipo ha sido capturado en acción por Más Vale Tarde mientras desarticulaban una banda de ladrones de bancos.
"Nuestra misión es la investigación de robos con fuerza cometidos por bandas organizadas", explica un agente. Entre estos criminales se encuentran los butroneros, aluniceros y atracadores, como 'El Piojo', 'El Trol' y 'El Niño Juan', expertos pilotos que no tienen miedo a nada y que han sido detenidos por el Grupo XXI.
"Su arma es el vehículo", afirma un miembro de este equipo élite. Estos delincuentes no dudan en embestir cualquier coche patrulla, incluso atacando a los mismos agentes durante las detenciones. Su botín puede superar el millón de euros, como sucedió en un atraco a un almacén de electrónica.
En esta ocasión, "utilizaron un camión, en el que había un vehículo para que, una vez bajara la trampilla, pudieran usarlo como un arado contra el muelle de carga de la empresa de logística" que robaron. Es común que en robos de este tipo tomen medidas de seguridad, como vaciar extintores para crear una especie de cortina de humo, sin importarles el accidente que puedan provocar.
Sus días son sacrificados. El secreto de su labor es el poca descanso y la dedicación exclusiva en forma de vigilancias que no les permite volver a casa en días. "Nos cubrimos la cara no por miedo, sino por garantizar la viabilidad de futuras investigaciones", asegura uno de ellos. Preservar su identidad es esencial, "para ser efectivos haciendo vigilancias o seguimientos".
"No hay horarios fijos" debido a la naturaleza peculiar de su trabajo. "Las investigaciones son como solucionar un rompecabezas, donde tienes que ir uniendo piezas para poder al final esclarecer el hecho". Y aunque durante las detenciones, entradas o registros es frecuente que no puedan "pasar por casa ni para dormir, ni para ducharnos", explican a Más Vale Tarde en Acción.
A modo anecdótico, recuerdan una Nochevieja, en la que "una operación se precipitó y nos comimos las uvas en nuestros coches particulares tapados con una manta con el compañero". Uno de ellos lamenta que "la familia padece estas cosas. No hay que tensar mucho la cuerda, porque si tensas mucho la cuerda se rompe".
Pero, la labor del Grupo XXI es peligrosa, uno de los agentes entrevistados asegura tener "un par de puntos a raíz de una detención, otro punto de secuela en la rodilla". "Sabemos cómo es el juego, cómo son las reglas", sentencia.