
Hoy, 7 de mayo, dio inicio en la Capilla Sixtina del Vaticano el Cónclave, una ceremonia que decidirá quién será el próximo papa, en sustitución de Jorge Mario Bergoglio, fallecido el 21 de abril. La atención del público se centra en este evento crucial, y algunos pueden estar familiarizados con la película Cónclave de Edward Berger, que representa de manera sorprendentemente precisa cómo se desarrolla la elección papal.
A continuación, analizaremos cómo se desarrolla realmente este proceso:
1. Aislamiento en la Capilla Sixtina: en la película, los cardenales están aislados completamente en la Capilla Sixtina, sin ninguna comunicación exterior, excepto lo necesario. En la vida real, tras la Misa Pro Eligendo Pontifice, todos los no electores deben abandonar la Capilla Sixtina y se cierra el acceso con el rito del extra omnes.
2. Fumata: el humo negro o blanco indica si se ha elegido o no al nuevo papa. El humo negro se produce quemando papeletas con perclorato de potasio y azufre, mientras que el blanco se crea con clorato de potasio, lactosa y colofonia.
3. Votaciones y escrutinios: cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta, que luego se dobla y deposita en un receptáculo. Según la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, se pueden realizar hasta cuatro votaciones al día, reduciendo el número de papeletas en caso de empate.
4. Juramento secreto: antes de votar, cada elector debe pronunciar en latín la fórmula Pongo por testigo a Cristo Señor y comprometerse a no revelar ningún detalle hasta el final del cónclave.
5. Roles eclesiásticos y pausas de reflexión: en la película, se respetan los roles eclesiásticos importantes y se toman pausas de oración tras varias votaciones. En la vida real, después de tres votaciones sin resultado, hay una pausa de un día para oración y exhortación por parte del decano o el cardenal mayor de cada orden diáconos, presbíteros y obispos.
La película Cónclave capta con éxito la emoción de un thriller y la riqueza simbólica de un rito milenario.,