
Después de ocho meses de búsqueda, finalmente se han encontrado los cuerpos de una madre venezolana de 25 años y su hija de 10, en San Miguel de los Bancos, provincia de Pichincha, al noroeste de Ecuador. Las víctimas, que llevaban desaparecidas desde octubre de 2024, fueron halladas el 25 de junio en avanzado estado de descomposición, calcinadas y envueltas en bolsas de plástico en un terreno cercano a un estero.
Según las autoridades, la mujer y su hija habían emigrado a Ecuador huyendo de la difícil situación en Venezuela en busca de un futuro mejor. Las dos habían estado viviendo en la zona durante dos años, donde la madre había iniciado una relación con Franklin Quiñónez, sospechoso principal del doble crimen.
El último contacto que se tuvo con ambas fue el 17 de octubre de 2024, y desde entonces se desconocía su paradero. Tras la intensa búsqueda de familiares y amigos, la policía halló el cuerpo de Quiñónez el 8 de abril de 2025, aunque las circunstancias de su muerte siguen sin aclararse.
Tras la muerte del principal sospechoso, la Fiscalía ecuatoriana intensificó la búsqueda de las víctimas, y finalmente dieron con los cuerpos este miércoles, tras dos meses de investigaciones. Ahora se realizarán nuevas pericias para determinar la causa precisa de la muerte y si hubo cómplices en el crimen.
Mientras tanto, los familiares de las víctimas se enfrentan al duro trago de un duelo prolongado por meses de incertidumbre y dolor. En los últimos meses, se han reportado varios casos de venezolanos asesinados en el exterior, lo que ha despertado la preocupación de las autoridades y la comunidad internacional.,