
Unas 521.000 personas de origen haitiano que se encontraban bajo la protección del Estatus de Protección Temporal TPS en Estados Unidos, se enfrentan a la posibilidad de ser deportadas, luego de la decisión de la Administración Trump de dar por terminado este beneficio. Esta medida ha generado temor e incertidumbre entre la comunidad haitiana en el país, tal como lo manifestaron este lunes integrantes de la Red Nacional de Funcionarios Haitianoestadounidenses Electos NHAEON.
La falta de seguridad en Haití ha sido citada como una de las razones por las que el TPS fue otorgado originalmente a los ciudadanos haitianos que se encontraban en Estados Unidos en el momento del terremoto de 2010. Sin embargo, la Administración Trump argumenta que las condiciones en Haití han mejorado lo suficiente como para justificar el fin del TPS. Sin embargo, semanas antes, el Gobierno de Estados Unidos anunció una prohibición de viaje al país, citando el crimen y los disturbios civiles causados por la violencia de las pandillas.
El reverendo Gregory Toussaint, pastor de la iglesia Tabernáculo de Gloria, advirtió sobre la agudización del desastre humanitario en Haití, donde ya hay un récord de 1,3 millones de personas desplazadas por la violencia interna. Toussaint también señaló que en los últimos 18 meses al menos cinco líderes en Haití han sido baleados y tres de ellos han muerto.
Tessa Petit, una inmigrante haitiana que llegó a Estados Unidos en 2001, criticó la justificación del Gobierno de Estados Unidos de que el fin del TPS se debe a supuestas amenazas a la seguridad nacional. Petit también recalcó que el fin del TPS tendrá un gran impacto en Florida, donde vive uno de cada tres migrantes con este estatus de protección en Estados Unidos y donde el 35% de ellos son de origen haitiano.
La decisión de la Administración Trump ha enfrentado críticas y preocupación por parte de activistas y legisladores, quienes argumentan que el fin del TPS pondrá en riesgo la seguridad y el bienestar de miles de personas y sus familias. Además, el retorno de un gran número de personas a Haití podría agravar aún más la situación de inestabilidad y violencia en el país.,