
El asesinato de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra en Florencio Varela el 1 de febrero ha causado una gran conmoción en la comunidad. Los jóvenes de 16 y 14 años, respectivamente, fueron encontrados muertos en un terreno baldío de la zona. El abogado Aníbal Osorio, quien representa a la familia de Paloma, ha sugerido que el ataque pudo haber sido un crimen de odio, debido a la extrema violencia del mismo, especialmente en el caso de Paloma, quien recibió la mayor cantidad de agresiones.
En cuanto a la investigación, Osorio ha confirmado que el crimen fue cometido por más de una persona y que hay posibilidad de que haya más involucrados. Además, ha manifestado su confianza en que en los próximos dos meses puedan capturar a los autores de los asesinatos. Sin embargo, la falta de cámaras de seguridad en el lugar y la poca visibilidad desde las viviendas cercanas ha dificultado el avance de la investigación.
El abogado también ha desmentido la teoría inicial de que el crimen pudiera estar relacionado con el narcomenudeo en la zona, ya que no se ha encontrado ninguna evidencia que avale esta hipótesis. Por otro lado, ha asegurado que hay sospechosos identificados que estaban en el lugar y hora del crimen, pero aún no se ha ordenado ninguna detención.
En cuanto a las víctimas, Paloma y Josué desaparecieron el 30 de enero cuando se dirigían al gimnasio, pero nunca llegaron a su destino. Sus cuerpos fueron hallados 48 horas después en el terreno baldío. El informe forense indicó que Paloma murió a causa de una lesión cerebral provocada por una fractura de cráneo y un traumatismo encefalocraneal grave, mientras que Josué falleció como consecuencia de una hemorragia cerebral, también con fractura de cráneo y traumatismo encefalocraneal grave.
La familia y amigos de las víctimas siguen en shock y exigen justicia por Paloma y Josué. La policía y el fiscal Darío Provisionato continúan trabajando en el caso para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este brutal crimen.,