
Diego José Albornoz, el único imputado en el caso del feminicidio de Soledad Andino, falleció el domingo en el Hospital San Martín de Paraná mientras se encontraba allí bajo custodia policial. Albornoz había ingresado al hospital en estado crítico después de intentar quitarse la vida y provocarse heridas el 13 de mayo, días después de asesinar a su expareja a puñaladas.
La muerte de Albornoz significa el cierre de la causa penal, ya que no hay otros involucrados en el caso. Andino, de 41 años, fue asesinada brutalmente mientras dormía, lo que ha generado indignación y pedidos de justicia en Victoria, la ciudad donde ocurrieron los hechos.
La condena previa de Albornoz por delitos de violencia de género contra Andino había generado controversia, ya que el hombre había sido sentenciado a dos años y medio de prisión condicional justo una semana antes del feminicidio. La condena no incluyó medidas como el uso de una tobillera electrónica o la prohibición de acercarse a la víctima, lo que ha llevado a varias organizaciones a pedir la renuncia de la fiscal responsable del caso.
La falta de acción de la justicia y la falta de medidas preventivas han generado una ola de indignación en la comunidad, y varias organizaciones sindicales, sociales y de mujeres han pedido la renuncia inmediata de la fiscal Flavia Villanueva. Exigen también una investigación sobre su accionar en el caso, y que no vuelva a ocupar cargos públicos en el futuro.
El fallecimiento de Albornoz pone fin a la causa penal, pero el dolor y la indignación seguirán presentes en la comunidad, y se continuará exigiendo justicia por Soledad Andino y un cambio en la forma en que se tratan y previenen los casos de violencia de género.,