
Rui Costa, presidente del Benfica, mostró su enojo tras la final de la Copa de Portugal disputada el domingo en el Estadio Nacional do Jamor. El Benfica perdió 3-1 ante el Sporting CP, y un polémico penal en el último minuto desató la ira de Costa.
El dirigente del Benfica acusó al árbitro de makingbad calls durante todo el partido, especialmente en dos jugadas claves en los minutos 94 y 95. En la primera, Belotti, delantero del Benfica, fue golpeado deliberadamente en la cabeza y pisoteado por dos jugadores del Sporting. Increíblemente, el árbitro pitó falta a favor del Sporting, lo que hizo enojar aún más a Costa.
La segunda jugada ocurrió cuando Nicolás Otamendi, capitán del Benfica, fue golpeado con un codazo por un rival que ya estaba amonestado. Sin embargo, el árbitro no tomó medidas contra el jugador.
Costa criticó el uso del VAR en el partido, ya que anuló dos jugadas a favor del Benfica, pero no intervino en las acciones violentas contra sus jugadores. El presidente del Benfica sintió que estas situaciones eran sospechosas y que era hora de que el fútbol portugués reflexionara sobre ellas.
Rui Costa finalizó diciendo que siempre ha tenido una actitud respetuosa hacia los árbitros, pero esta vez se sintió profundamente decepcionado. Las acciones de hoy no fueron errores discutibles, sino agresiones claras que se pasaron por alto. Esto superó todos los límites.,