
El crimen organizado y su impacto en el medio ambiente. A menudo solemos asociar al narcotráfico con la violencia y el crimen que inundan nuestras calles y headslines. Sin embargo, el daño ecológico que dejan los cárteles es cada vez más alarmante. A medida que instalan laboratorios ilegales en las zonas rurales y talan bosques para cultivar productos ilícitos, la tierra y sus recursos naturales se convierten en víctimas colaterales. Este texto destaca cinco puntos clave que explican la relación entre el narcotráfico y la crisis ambiental.
Primero, los laboratorios clandestinos de drogas envenenan la tierra con sustancias tóxicas que son difíciles de eliminar de forma segura. Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2024 de la ONU, la producción de drogas sintéticas como la metanfetamina produce grandes cantidades de desechos tóxicos que contaminan los suelos, cuerpos de agua y sistemas agrícolas.
Segundo, el narcotráfico está directamente involucrado en la tala y minería ilegal, lo que causa una grave degradación ambiental. En regiones como Michoacán, Guerrero y la Sierra Madre del Sur, los cárteles emplean tácticas violentas para controlar la extracción ilegal de madera y minerales, causando deforestación y alterando ecosistemas enteros.
Tercero, el control del agua se ha convertido en una nueva estrategia del crimen organizado, incluyendo grupos como el CJNG, Cártel de Sinaloa y CSRL. Estos grupos se aprovechan de las fuentes hídricas para mantener cultivos ilegales o extorsionar a comunidades. A menudo, estas operaciones están protegidas por empresas fachada con vínculos a autoridades locales.
Cuarto, los cárteles también ponen en peligro la flora y fauna a través de actividades como la pesca ilegal, el tráfico de especies y la tala ilegal. El tráfico de especies marinas valiosas como la totoaba impacta gravemente a la vaquita marina, especie en peligro crítico de extinción. De igual forma, la pesca ilegal de totoaba destruye la vegetación, acidifica los suelos y aumenta riesgos geológicos como deslaves.
Quinto, el auge de la producción de aguacate en mercados internacionales ha atraído la intervención del crimen organizado, especialmente en Michoacán. Los cárteles ven en esta industria una fuente alternativa y rentable para lavar dinero, controlar territorios y extorsionar a productores.
En conclusión, el narcotráfico y el crimen organizado tienen un grave impacto en el medio ambiente y los recursos naturales. Es necesario tomar medidas urgentes para combatir estas actividades ilegales y salvaguardar nuestro planeta.,