
La Policía de la Ciudad de México arrestó a un par de individuos sospechosos de vender ilegalmente grandes cantidades de gasolina en un inmueble de la alcaldía Iztapalapa, el miércoles 7 de mayo. Durante una patrulla de rutina en las calles Capulín y El Paraíso, los oficiales recibieron una denuncia ciudadana sobre una supuesta venta de combustible en una casa de la colonia San Miguel Teotongo. Al ingresar al lugar, los policías encontraron a una mujer y a un hombre que parecían estar vendiendo bidones con gasolina. Mientras se llevaba a cabo la retención, un grupo de personas comenzó a agredir a los oficiales y a dañar una patrulla, por lo que se solicitó refuerzos para controlar la situación. Finalmente, los sospechosos fueron detenidos y se les decomisó un garrafón con combustible, para ser posteriormente entregados a un agente del Ministerio Público.
El término huachicol inicialmente se refería al alcohol adulterado en la década de 1950. Según explica el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Sócrates López Pérez, en ese entonces en la Ciudad de México, los destiladores agregaban agua al alcohol, tequila o aguardiente para aumentar su volumen y así obtener mayores ganancias. De esta forma, el término huachicol comenzó a utilizarse para describir esta bebida adulterada. Sin embargo, en la actualidad, el término se ha ampliado para referirse al robo de combustible, una actividad ilegal que se ha extendido en México.
En un informe de la inteligencia de los Estados Unidos se afirma que cárteles mexicanos están exportando huachicol a países como Japón, India y África. El robo de combustible ha alcanzado proporciones alarmantes en México, con pérdidas económicas significativas para el gobierno y empresas petroleras, así como riesgos de seguridad y contaminación ambiental. La lucha contra el robo de combustible sigue siendo una prioridad para el gobierno mexicano y las fuerzas de seguridad en su esfuerzo por combatir la corrupción y la delincuencia organizada en el país.,