
El Leicester City presentó una imagen desalentadora el miércoles durante su visita al Etihad Stadium, donde cayeron derrotados por 2-0 ante el Manchester City. A pesar de la ausencia de Erling Haaland y del descanso concedido por Pep Guardiola a jugadores clave como Kevin de Bruyne, Bernardo Silva y Phil Foden, el equipo local no encontró oposición en un Leicester abatido y sin esperanzas.
Con esta derrota, los Foxes se hunden un poco más en el fango de la tabla y se alejan aún más de la salvación, encontrándose a 12 puntos de distancia y con solo 24 puntos en juego en las últimas 8 jornadas de la Premier League. La amenaza del descenso se hace cada vez más real y, por el momento, el Leicester no muestra signos de mejora para evitarlo.
El recuerdo de su histórica victoria en la Premier League de 2016 se torna cada vez más lejano y el Leicester parece estar a años luz de aquel equipo. Si el descenso es aún una posibilidad matemática o no, pronto se sabrá, pero lo que ya es una realidad es que los Foxes acumulan siete derrotas consecutivas sin anotar un solo gol.
Ruud van Nistelrooy, entrenador del Leicester desde diciembre, no ha logrado enderezar el rumbo del equipo y ahora iguala un récord negativo que no se veía desde hace más de 60 años. Desde su llegada, ha encadenado dos rachas de siete partidos sin ganar, siendo la última de ellas actualmente en curso. Tras un brillante debut con triunfo 3-1 sobre el West Ham, Van Nistelrooy no ha vuelto a conocer la victoria en liga y acumula 14 derrotas en 17 partidos al frente del Leicester.
El futuro del Leicester en la Premier League se ve sombrío y la continuidad de Van Nistelrooy como entrenador también está en duda. El club necesitará una reacción urgente y contundente si quieren mantenerse en la máxima categoría del fútbol inglés.,
