El 19 de octubre de 2003, Yésica Marela Martínez, una niña de 10 años, desapareció en Avellaneda mientras compraba un regalo para su madre en el Día de la Madre. Salió de su casa con un buzo rojo con capucha y nunca regresó. Durante cuatro meses, su familia la buscó sin éxito, y se barajaron varias teorías sobre su desaparición, incluyendo una fuga, un secuestro y un ajuste de cuentas contra su padre relacionado con la piratería del asfalto. Sin embargo, no fue hasta el hallazgo del cuerpo de otra víctima que se pudo encontrar a Marela y a su asesino, Héctor Anselmo Sánchez, también conocido como El Nene.
Sánchez, un violador y asesino serial, había salido de la cárcel cuatro meses antes de la desaparición de Marela y vivía cerca de la casa de la familia Martínez. A pesar de que la familia de Marela lo había señalado como sospechoso desde el principio, la policía no allanó su casa durante la búsqueda de la niña. El abogado de la familia, Javier Garín, criticó la incompetencia de las autoridades y dijo que el caso se resolvió solo porque Sánchez mató a otra nena.
La desaparición de Marela afectó profundamente a su familia, que era muy humilde y vulnerable. Su madre había perdido las piernas en un accidente y su padre trabajaba en la piratería del asfalto. Marela había salido de su casa alrededor de las 11 de la mañana para comprar un regalo para su madre y nunca regresó. Su familia denunció su desaparición y el padre le dijo a la policía que había visto a Marela hablando con Sánchez antes de desaparecer, pero la policía no lo consideró como sospechoso.
La búsqueda de Marela se volvió más intensa cuando la familia empezó a reclamar por la inacción policial y se instaló la teoría de que el padre de Marela la había secuestrado. Sin embargo, la verdad salió a la luz cuando el hermano de Sánchez, Hugo Bebé Sánchez, lo vio intentando ocultar el cuerpo de otra niña en su casa. Ese descubrimiento llevó a la policía a encontrar el cuerpo de Marela en un pozo séptico en la misma casa.
Sánchez fue detenido en una curtiembre abandonada y fue condenado a reclusión perpetua por la violación y homicidio de Mónica, el homicidio criminis causa de Marela y por la violación de una prima. El abogado de la familia de Marela lamentó que la justicia absolviera a los hermanos y la mujer de Sánchez por falta de pruebas de encubrimiento en el caso de Marela.
La familia de Marela también tuvo que enfrentar otras dificultades, como la detención del padre por venganza y la apertura de una causa contra toda la familia para sacarle a sus otros hijos. El abogado de la familia consideró que fue una vergüenza el comportamiento de la justicia y la policía en el caso.,