La historia de los hermanos Joseph Lyle y Erik Galen Menéndez ha vuelto a ser noticia después de 35 años, debido al movimiento Me Too y a la reciente emisión de algunos contenidos audiovisuales en Netflix. Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua en los Estados Unidos por el asesinato de sus padres, un crimen que ha inspirado canciones y películas.
Los Menéndez nacieron en Nueva York y crecieron en un entorno familiar marcado por el dinero y el abuso, tanto físico como sexual, por parte de su padre. A pesar de las dificultades, ambos hermanos tuvieron una buena educación, asistiendo a escuelas prestigiosas en Princeton y California. Sin embargo, también tuvieron problemas con la ley y disciplinarios en la universidad.
El crimen ocurrió en 1989, cuando los hermanos asesinaron a sus padres en su lujosa residencia de Beverly Hills con escopetas. Después del crimen, los hermanos fingieron sorpresa y llamaron a la policía, pero no hubo rastro de balas en la escena del crimen. Aunque inicialmente lograron evitar las sospechas, finalmente fueron arrestados casi un año después, después de que Erik confesara el crimen a su psicólogo.
La detención y el juicio de los hermanos Menéndez fueron espectaculares, y la atención de los medios estuvo centrada en el caso. Aunque los hermanos argumentaron que mataron a sus padres en defensa propia, después de años de abuso, finalmente fueron declarados culpables de asesinato y condenados a cadena perpetua.
Aunque han pasado más de 30 años desde el crimen, la historia de los hermanos Menéndez sigue siendo controversial y ha vuelto a ser noticia recientemente. La pregunta sigue siendo si los hermanos merecían la condena que recibieron o si fueron víctimas de un sistema judicial imperfecto.,