Un emocionante relato fue compartido por el agente encubierto D1, quien logró infiltrarse en el clan delictual de Los Gallegos, una rama armada del Tren de Aragua que sembraba el terror en el norte del país. De acuerdo con un reportaje de T13, el oficial de policía tuvo que modificar su forma de hablar, aspecto físico y hasta su forma de caminar. Como parte de su disfraz y para adaptarse al entorno hostil del cerro Chuño, también tuvo que cambiar su vestimenta. En este ambiente, cualquier señal de sospecha podría haber tenido consecuencias fatales, aseguró D1, quien habló desde el anonimato.
D1 compartió secretos de Los Gallegos durante la audiencia de formalización de los delincuentes extranjeros. El líder siempre portaba un arma de fuego en su cintura como una forma de mostrar su poder y autoridad. Esta actitud era una manera de decir aquí estoy yo, no se metan conmigo, explicó el policía. Esta conducta les permitía a los miembros del grupo marcar su presencia y establecer su estatus como personas importantes en el mundo delictual.
El fiscal de la Región de Arica y Parinacota, Mario Carrera, reveló que los acusados se dieron cuenta de la verdadera identidad de D1 cuando éste dio detalles de sus operaciones y movimientos. En ese momento, los rostros de los imputados reflejaron sorpresa y asombro, ya que no se imaginaban quién era realmente el agente encubierto.
La organización, el Tren de Aragua, era la causa por la que todos actuaban y por la que se respetaban ciertos códigos importantes. Los miembros de Los Gallegos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por la causa, incluso a sacrificar sus propias vidas.
Temas relacionados: Policía, Los Gallegos.,