La supremacía del dólar estadounidense como moneda de reserva global se ha mantenido desde el acuerdo de Bretton Woods en 1944, pero algunos expertos sugieren que podría estar en peligro. Mark Sobel, un economista estadounidense con amplia experiencia en el Departamento del Tesoro de EE. UU. y el FMI, cree que aunque varios países están explorando opciones alternativas, no significa que estén abandonando al dólar. El 88% de las transacciones en los mercados de divisas mundiales aún se realizan en dólares, lo que demuestra su resistencia.
Sin embargo, Sobel reconoce que la desdolarización está en curso, aunque no cree que llegue a ser definitiva. El renminbi y el oro han aumentado su papel como activos de reserva mundial, y las reservas de oro de los bancos centrales están en aumento, particularmente en China e India.
Por otro lado, analistas como Ray Dalio argumentan que el dólar se está debilitando y que su declive gradual es un fenómeno histórico recurrente, como se observa en el ciclo de potencias cada 250 años. Dalio identifica ocho medidas clave que construyen el poder y la riqueza de los imperios, y describe cómo las fortalezas y debilidades en estas áreas provocan aumentos y descensos en su influencia global.
En este contexto, el analista político Ties Dams de la Universidad de Leiden señala que China está impulsando un nuevo orden mundial al promover un mundo multipolar y consolidar su influencia a través de organizaciones como la OCS y BRICS. China está implementando estrategias para protegerse contra el riesgo de ser excluida del sistema financiero basado en el dólar, lo que refleja un enfoque defensivo frente a una posible desconexión financiera por parte de EE. UU.
A medida que el ascenso de China fuerza a Occidente a reconocer y comprender mejor las dinámicas de los no occidentales en un mundo en transformación, la desdolarización avanza gradualmente. Aunque el dominio del dólar sigue siendo fuerte, la adopción acelerada de monedas distintas del dólar en las transacciones internacionales y el aumento de las reservas en oro y otras monedas sugieren que el futuro del dólar como moneda de reserva mundial está en una posición incierta.
En conclusión, la desdolarización está en progreso, pero su culminación en una fase definitiva aún parece distante. La combinación de historia, política y economía dictará cómo y cuándo se experimentará el verdadero potencial de la desdolarización. El futuro del sistema financiero global dependerá de cómo y cuándo se redefinirán las relaciones económicas y políticas en un mundo en constante cambio.,