La supuesta confrontación amistosa entre las selecciones Sub-15 de Argentina y Ecuador se convirtió en un espectáculo lamentable en el estadio George Capwell de Emelec. El partido, que tenía como objetivo preparar a ambos equipos para el Sudamericano de la categoría que se llevará a cabo en Bolivia, terminó en un escándalo total cuando los jugadores se enfrascaron en una batalla campal.
El encuentro concluyó con una victoria para el equipo ecuatoriano por un marcador de 1-0, pero lo que vino después fue mucho más allá de lo que se podría haber esperado. Los jugadores de ambos bandos se enfrascaron en una acalorada discusión que rápidamente escaló hasta convertirse en una pelea física.
Las imágenes captadas por las cámaras muestran a los futbolistas intercambiando golpes y agarrándose del cuello, con un jugador de la selección ecuatoriana incluso utilizando el banderín de corner como si se tratara de una lanza. Los entrenadores y los agentes de seguridad intentaron intervenir para separar a los involucrados, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos.
La trifulca continuó durante varios minutos, hasta que finalmente los ánimos comenzaron a calmarse. El incidente es una clara señal de falta de control y disciplina en el fútbol juvenil, y debe ser investigado y abordado adecuadamente para evitar que se repita en el futuro.,