Argentina se despertó el 2 de septiembre con la Universidad de las Madres UNMA sitiada y bajo custodia policial, impidiendo el acceso de los trabajadores. Desde su llegada al poder, el presidente Javier Milei ha emprendido una campaña contra la educación pública, acusándola de adoctrinar, y ha recortado drásticamente los fondos para su desarrollo. Por otro lado, favorece la enseñanza en centros privados, considerándolos más objetivos en sus programas de estudio.
La Universidad de las Madres, anteriormente conocida como la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, fue fundada por la asociación del mismo nombre en 1977, cuando 14 mujeres marcharon frente a la sede del Ejecutivo para exigir al dictador Jorge Rafael Videla el paradero de sus hijos desaparecidos. Más allá de la guerra contra lo público del actual presidente argentino, también se está atacando la memoria histórica.
En febrero de 2024, las nuevas autoridades de la televisión pública argentina eliminaron el programa Madres de la Plaza, que desde 2008 denunciaba los casos de desapariciones forzadas durante la dictadura. Además, tras los actos de conmemoración del Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, el 24 de marzo, se llevaron a cabo acciones contra las Madres de Plaza de Mayo, como tapar los pañuelos pintados frente a la sede del Comando Monte XII en Misiones y retirar el monumento en su honor en Marcos Juárez, Córdoba.
Este escenario recuerda al Plan Cóndor, una operación de coordinación entre dictaduras latinoamericanas bajo el paraguas de Washington y las oligarquías nacionales en la década de 1970, que resultó en la creación de regímenes dictatoriales y la persecución y asesinato de más de 100.000 personas. El contexto era la Guerra Fría y la Doctrina Truman, que justificaba la injerencia de EE.UU. en la región.
Las oligarquías latinoamericanas, con su carácter fuertemente reaccionario y subordinado a intereses externos, entran en conflicto con los procesos de emancipación popular y nacional en la región. Sin embargo, son fundamentales para que EE.UU. mantenga el control en América Latina, especialmente en el contexto de un avance organizativo de la extrema derecha a nivel internacional.
En 2021, el expresidente de Bolivia Evo Morales denunció la existencia de un Plan Cóndor 2 en la región, tras el envío de armas y material bélico por parte del gobierno argentino durante el golpe de Estado en Bolivia en 2019. Recientemente, hemos asistido a una nueva ofensiva contra Venezuela, con el no reconocimiento de su sistema político, ataques cibernéticos y cortes eléctricos, y el secuestro de un avión presidencial venezolano en connivencia con las autoridades de República Dominicana.
En resumen, la situación en América Latina es preocupante, con ataques a la educación pública, la memoria histórica y la soberanía de los países de la región. El conflicto geopolítico y el avance de la extrema derecha internacional complican aún más la situación.