El pequeño pueblo de Hilario Ascasubi, localizado en la provincia de Buenos Aires y con una población de alrededor de 3.000 habitantes, continúa en shock debido al femicidio de Verónica Aban, ocurrido hace más de un año. Verónica fue encontrada asesinada en la cama de su casa en construcción. A pesar de que la investigación avanza lentamente, aún no hay pistas claras sobre el responsable del crimen. Inicialmente, se sospechaba que su expareja podría haber sido el autor del femicidio, pero recientes evidencias han descartado esa posibilidad.
Recientemente, un equipo de cuatro psicólogos especializados en perfilación criminal fue enviado por la Superintendencia de Investigaciones del Ministerio de Seguridad para esclarecer los hechos ocurridos el lunes 17 de julio de 2023. Los expertos se reunieron con familiares, vecinos y testigos, y visitaron la casa de Verónica. Olga, la hermana de Verónica, describió el recorrido que su hermana hizo desde su casa hasta el lugar del crimen.
Los psicólogos también intentaron obtener imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, aunque sin mucho éxito. Algo que ha complicado la investigación es que el celular, la televisión y la cartera con $8.000 de Verónica fueron encontrados en la casa, lo que descarta la posibilidad de un robo o abuso sexual.
El grupo de expertos ha centrado su atención en el celular de Verónica y en un amigo en particular. Olga declaró que en el teléfono había varios números bloqueados y que siempre le escribían chicos. La familia de Verónica sospecha que el asesino podría ser un hombre celoso o enojado por el hecho de que Verónica tenía más amigos varones que mujeres.
La familia de Verónica está considerando alquilar la casa que la mujer estaba construyendo, ya que les resulta muy doloroso entrar en ella. Verónica construía su casa con mucho esfuerzo y le faltaban pocos detalles para mudarse. Sin embargo, en el mismo lugar donde iba a cumplir su sueño de vivir sola, fue encontrada muerta.
El 17 de julio por la tarde, Verónica salió de la casa donde vivía con su madre, su hermana y su abuela, para tapar las bolsas de cemento que le habían entregado. Esa misma noche no regresó, y al día siguiente, cuando la familia se dio cuenta de que no respondía los mensajes, se alertaron y comenzaron a buscarla. Cuando una de sus primas se acercó a la casa en construcción, notó que la puerta estaba semiabierta y encontró a Verónica muerta en su habitación.