La reconocida personalidad estadounidense, Kim Kardashian, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la belleza y el estilo. Su imagen, estilo de vida y tendencias se han vuelto virales, atrayendo a una audiencia global de más de 361 millones de seguidores en Instagram.
Kim Kardashian es conocida por su influencia en la industria de la belleza, donde sus elecciones de maquillaje, cuidado de la piel y procedimientos cosméticos se convierten rápidamente en tendencias mundiales. Un ejemplo de ello es el tratamiento de plasma, también conocido como Vampire Facial, que se volvió popular después de que se difundiera una foto de Kardashian recibiéndolo.
Sin embargo, la influencia de Kardashian no se limita solo a la belleza y la moda. También ha inspirado a otras personas a imitarla, incluso en extremos peligrosos. En 2023, una creadora de contenido para adultos, Christina Ashten, falleció a los 34 años después de someterse a múltiples cirugías para parecerse a Kardashian. Ahora, una joven brasileña, Jennifer Pamplona, ha gastado más de un millón de dólares en 40 procedimientos cosméticos para alcanzar una apariencia similar a la de Kardashian.
Aunque Pamplona originalmente quería ser la próxima Kim Kardashian, comenzó a sentirse incómoda con las comparaciones y decidió invertir $120.000 en cirugías adicionales para recuperar su apariencia original. Este caso demuestra los riesgos y consecuencias que pueden surgir cuando las personas se obsesionan con imitar a las celebridades.