La crisis económica en Cuba está afectando seriamente a la conservación de las tradiciones artesanales en el país. La escasez de materias primas, el aumento de costos, la disminución del turismo internacional, las restricciones en el acceso a mercados y divisas, y la competencia con productos importados más baratos están presentando desafíos significativos.
Livan Ojeda Rodríguez, un artesano de 34 años, comenzó su oficio a los 17 años después de especializarse en calzado ortopédico. Inicialmente, este emprendimiento fue una forma de aliviar la tensión laboral, pero con el tiempo se convirtió en un negocio familiar que incluye a su esposa Maribel Cabrera y sus dos hijos. Juntos crean una variedad de productos, como calzado, bolsos, carteras, bisutería y cintos, utilizando principalmente cuero, pero también materiales como yute, vidrio y madera.
Sin embargo, el descenso del turismo internacional ha afectado las ventas, que ahora provienen principalmente de clientes nacionales. Esto también ha impactado la obtención de divisas, lo que dificulta la adquisición de algunos productos y herramientas que deben comprarse en moneda extranjera.
El Fondo de Bienes Culturales FBC, una empresa constituida en 1978, es responsable de gestionar los procesos de importación de los insumos necesarios. Sin embargo, la adquisición de estos insumos puede ser complicada y costosa, ya que algunos son difíciles de encontrar en Cuba y resultan más baratos en el extranjero.
La marca Ojeda-Cabrera, constituida en agosto de 2023, se enorgullece de crear piezas lo más artísticas y modernas posible, adaptándose a las tendencias de jóvenes y adultos. Sin embargo, el artesano ha expresado la necesidad de una mayor viabilidad y acceso a las mercancías, especialmente en moneda nacional, ya que los artículos se venden en esa moneda y no existe un mercado estable para conseguir divisas.
Otro miembro destacado de la familia es Livan Alejandro Ojeda Cabrera, quien ha estado involucrado en el oficio desde su infancia. Aunque estudió técnico veterinario, decidió quedarse en el negocio familiar por su pasión por el trabajo con cuero.
La artesana Lia Alejandra Ojeda Cabrera, de 19 años, ha desarrollado su propia marca, Bisujandra, especializada en bisutería. Aunque nació con una parálisis cerebral, ha encontrado en el trabajo manual una forma de expresión y desarrollo creativo.
A pesar de las dificultades, el espíritu creativo y la dedicación de estos artesanos siguen floreciendo en Cuba, manteniendo viva la tradición artesanal del país.