El jefe de la organización criminal ha completado 21 años de su sentencia de 25 años en prisiones de los Estados Unidos. Después de más de dos décadas, el criminal continúa su condena en una prisión de máxima seguridad en suelo americano.
A pesar de los esfuerzos por obtener una reducción de su pena, el individuo sigue cumpliendo su condena por los delitos cometidos. Las autoridades estadounidenses han mantenido su postura firme en el cumplimiento de la sentencia, sin contemplar la libertad condicional.
Este caso ha sido uno de los más sonados en la historia reciente de la justicia estadounidense, y ha dejado una huella imborrable en la lucha contra el crimen organizado. A medida que el capo envejece en prisión, queda por ver si el resto de su condena tendrá un impacto en su organización y sus seguidores.