La Bundesliga ha iniciado su nueva temporada con un escenario que recuerda mucho a la anterior. En la primera jornada, el Bayer Leverkusen se impuso en el último minuto del tiempo añadido al Bayern de Múnich, mientras que el Wolfsburgo, con Vincent Kompany debutando como entrenador, logró remontar un resultado adverso y vencer por 2-3 al equipo bávaro.
El Bayern de Múnich mostró una imagen dividida en este partido. Durante la primera mitad, el equipo demostró una sólida actuación, especialmente en la banda derecha, donde Boey y Olise, el único fichaje titular, crearon numerosas ocasiones de peligro. Sin embargo, la defensa central, formada por Upamecano y Kim, dejó muchas dudas.
El portero del Wolfsburgo, Grabara, debutante en la Bundesliga, fue una de las figuras del partido, impidiendo que el Bayern anotara en varias ocasiones. Gnabry, con una máscara protectora en la cara debido a una lesión facial, fue uno de los jugadores más activos en el ataque del Bayern, pero no logró anotar en la primera mitad.
En la segunda mitad, el Bayern de Múnich se derrumbó por completo y permitió que el Wolfsburgo remontara el partido. El equipo bávaro se mostró rígido, plano y con poca solidez defensiva. Majer, del Wolfsburgo, fue el protagonista de la segunda mitad, anotando dos goles y asistiendo en el tercero.
El Bayern de Múnich logró empatar el partido gracias a un cabezazo de Kane en propia meta, pero el Wolfsburgo volvió a adelantarse en el marcador gracias a un gol de Gnabry. El equipo bávaro sufrió hasta el final del partido, ya que un remate de Svanberg rozó el palo, pero finalmente logró mantener la ventaja y ganar el partido.
El entrenador del Wolfsburgo, Vincent Kompany, comenzó su andadura en la Bundesliga con una victoria, pero tendrá que trabajar en la solidez defensiva de su equipo si quiere mantener esta racha ganadora. Por su parte, el Bayern de Múnich tendrá que mejorar su rendimiento en la segunda mitad de los partidos si quiere recuperar la dinámica de la temporada pasada.