El máximo líder de la Iglesia Católica, el Papa, se pronunció sobre la reciente legislación promulgada en Ucrania que prohíbe la actividad de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana vinculada al Patriarcado de Moscú.
El sumo pontífice expresó su preocupación por la medida, que podría afectar negativamente la libertad religiosa en el país. Según el Papa, es fundamental respetar la diversidad religiosa y permitir que las diferentes confesiones cristianas ejerzan su culto de manera pacífica y sin interferencias.
Es importante mencionar que la Iglesia Ortodoxa Ucraniana ha estado enfrentando desafíos en los últimos años, especialmente desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. La situación ha llevado a tensiones entre Ucrania y Rusia, y ha afectado la relación entre las iglesias ortodoxas de ambos países.
El Papa hizo un llamado a las autoridades ucranianas y a todos los actores involucrados en el conflicto para que busquen una solución pacífica y respeten los derechos de todas las personas, independientemente de su afiliación religiosa. La libertad de religión es un derecho fundamental que debe ser protegido y respetado en todo el mundo.