De acuerdo con las declaraciones de Elon Musk, CEO de Neuralink, una compañía especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, se espera que en la próxima década, si las cosas avanzan positivamente, millones de personas puedan contar con implantes de la empresa.
Este proyecto tiene como objetivo crear una conexión directa entre el cerebro humano y las máquinas, lo que podría suponer un gran avance en el tratamiento de enfermedades neurológicas graves y, en un futuro, habilitar nuevas capacidades cognitivas y sensoriales en los seres humanos.
No obstante, es importante señalar que este tipo de tecnología aún se encuentra en sus primeras fases de desarrollo y que aún existen numerosos desafíos éticos, técnicos y regulatorios que deben ser abordados antes de que pueda ser ampliamente adoptada por la sociedad. Aun así, la visión de Musk es ambiciosa y podría tener un gran impacto en el mundo si finalmente se materializa.