Aldea de Almonte en Huelva levanta medidas para peregrinación al Rocío Chico

ALMONTE, HUELVA, 19 de agosto. El alcalde de Almonte, Francisco Bellido, en colaboración con la Guardia Civil, la Guardia Civil de Tráfico y la Policía Local de Almonte, ha anunciado el levantamiento de las restricciones establecidas por el Bando Municipal con motivo del Rocío Chico, a excepción de las zonas cercanas al Santuario. La información ha sido difundida a través de las redes sociales del Ayuntamiento de Almonte, y confirma el fin de las restricciones después de la finalización de la Función del Voto y la procesión eucarística por el entorno del Santuario.

El Rocío Chico es una de las citas más importantes del verano en El Rocío y se remonta a 1813, cuando los almonteños renovaron un voto de acción de gracias a la Virgen del Rocío por haberlos librado de las tropas napoleónicas. Este emotivo acto conmemora la intervención milagrosa de la Virgen, que salvó a la población de Almonte de una muerte segura en el contexto de la Guerra de la Independencia.

En 1808, las autoridades de Almonte fueron alertadas sobre la inminente invasión de Andalucía por las tropas francesas, que buscaban instalar a José Bonaparte en el trono de España. Ante esta amenaza, los almonteños se encomendaron a su Virgen, trasladándola hasta la Parroquia de la Asunción en enero de 1809. En abril de 1810, el pueblo fue ocupado por la milicia cívica bajo el mando del Coronel Manteau y el capitán Pierre DOssaux, lo que provocó una intensa opresión. Sin embargo, el 17 de agosto de 1810, un grupo de patriotas se enfrentó a los soldados franceses, resultando en la muerte del capitán DOssaux y varios soldados, así como la captura de otros.

Tras este enfrentamiento, el Mariscal Soult ordenó un ataque sobre Almonte con 800 soldados. En un acto desesperado de fe, los almonteños se encomendaron a la Virgen del Rocío, rogando por su intercesión. Milagrosamente, las tropas francesas se retiraron antes de llegar a Almonte, lo que fue considerado un milagro por los almonteños y salvó al pueblo de una destrucción segura.

En 1813, las autoridades civiles, eclesiásticas y la Hermandad Matriz de Almonte decidieron formalizar un voto de gratitud a la Virgen del Rocío, acordando celebrar una solemne Misa en acción de gracias cada 19 de agosto, agradeciendo a la Virgen su protección y su intercesión milagrosa.