Uruguay, en su calidad de presidente pro tempore del Mercosur, convocó a la VII Reunión del Mecanismo de Diálogo entre los miembros del Mercosur y la República Popular de China en Montevideo. Esta instancia, que no se llevaba a cabo desde 2018, es considerada por el gobierno de Luis Lacalle Pou como una muestra de su compromiso de avanzar en un acuerdo entre el bloque sudamericano y China durante su mandato.
La reunión contó con la participación de representantes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como de la viceministra de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying. Tras el foro, el vicecanciller uruguayo, Nicolás Albertoni, destacó la intención de avanzar en temas concretos y de organizar esta etapa del diálogo con Pekín en función de temas de sensibilidades decrecientes, con el objetivo de hacer avances en cooperación e inversiones mientras el diálogo no avance en cuanto al acceso a mercados.
La delegación china se retiró de la reunión con el compromiso de presentar una hoja de ruta con los puntos en los que sí se podrían avanzar, de cara a una nueva convocatoria del mecanismo prevista para 2025. El analista uruguayo en Política Internacional, Nicolás Pose, consideró que Uruguay logró enviar una señal al Mercosur de que quiere poner a China en el centro de la agenda.
El experto defendió la necesidad de pensar la relación entre el Mercosur y China con cabeza del siglo XXI y no del siglo XX, de manera de priorizar la cooperación y las inversiones antes que el mero intercambio de bienes que, en el caso del Mercosur, muchas veces son primarios. Podemos imaginarnos que en el día de mañana haya un centro de computación cuántica en San Pablo, un laboratorio de investigación en inteligencia artificial en Montevideo y una fábrica de microchips en Buenos Aires, imaginó el experto.
Por su parte, el analista internacional Carlos Luján coincidió en que, si bien los términos estrictamente comerciales del acuerdo pueden parecer más difíciles de negociar, el Mercosur podría demostrarle a China que la región está lista para acentuar la cooperación en términos de innovación tecnológica. No es solo un tema de si vendemos carne o compramos autos más baratos. Eso está bien pero lo interesante es que nos podamos asociar en temas como el desarrollo de inteligencia artificial o computación cuántica, ejemplificó Luján.