Ucrania está experimentando actualmente los apagones más graves desde febrero de 2022, lo que dificulta el trabajo, el acceso a los servicios bancarios y la atención médica de los residentes. Además, se están enfrentando a problemas con los dispositivos electrónicos e internet. El jefe de Ukrenergo, Volodímir Kudritski, advirtió en abril que el sistema energético ucraniano enfrentaría escasez periódica, y la compañía ha instado a la población a ahorrar energía.
El ministro de Energía del país, Guerman Galúschenko, ha destacado que Ucrania ha perdido la mitad de su capacidad de generación de electricidad, lo que ha llevado a restricciones de energía, incluso en verano. Esto se debe a los daños causados por los ataques en la infraestructura energética del país.
Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se han destruido 9 gigavatios GW de capacidad de generación eléctrica, lo que representa el 80% de la generación térmica y un tercio de la hidroeléctrica. Estos ataques han tenido un gran impacto en el sistema energético ucraniano, y se espera que la situación continúe siendo difícil en el futuro cercano.
Es importante tener en cuenta que estas dificultades no solo afectan a la vida cotidiana de los residentes, sino que también pueden tener consecuencias más amplias para la economía y la infraestructura del país. Es crucial que se tomen medidas para abordar estos problemas y garantizar la seguridad y el bienestar de la población ucraniana.