Planificadores económicos: verdaderos visionarios o arrogantes
Los planificadores económicos a menudo actúan como si tuvieran todo bajo control, pero la realidad es que la economía es un sistema complejo y caótico, en el que la información está asimétricamente distribuida. Las intervenciones estatales en la economía, lejos de resolver problemas, pueden generar nuevas distorsiones que justifiquen una mayor intervención, creando un ciclo de dependencia y desequilibrio económico.
Un ejemplo reciente de esto es lo ocurrido esta semana en los mercados internacionales, donde el pánico se apoderó de los inversionistas como consecuencia de diversas causas, incluyendo guerras, conflictos e incertidumbre política en diferentes regiones del mundo, así como resultados macroeconómicos inesperados. Uno de los factores que contribuyeron al caos fue la intervención del Banco de Japón en el mercado de divisas para detener la caída del yen, lo que desencadenó una reacción en cadena en los mercados globales.
La intervención del Banco de Japón no solo perjudicó a los nacionales con devaluación e inflación, sino que también creó un colapso generalizado de los mercados globales. Esto demuestra la fatal arrogancia de la planificación económica que puede surgir cuando se está en una posición de poder, y la importancia de recordar que la información sobre el mercado es caótica y asimétrica, lo que significa que cada agente de mercado tomará decisiones en función de la información que disponga.
Las políticas intervencionistas, como los controles salariales y de precios, manipulación de tasas de interés y otras, distorsionan las señales de precios naturales del mercado, lo que conduce a ineficiencias. Cuando estas son imprevistamente modificadas, pueden causar problemas para todos, especialmente en un mundo globalmente interconectado.
En contraste, una economía basada en reglas, como la que propone Bitcoin, puede dar mayor previsibilidad y posibilitar el cálculo económico. Cuando las reglas del juego son acordadas y garantizadas por cada miembro, todos los agentes económicos comparten la misma información, lo que da previsibilidad y admite la realidad del fracaso cuando sucede, junto con sus valiosas enseñanzas.
En resumen, la intervención estatal en la economía puede crear más problemas de los que resuelve, y es importante considerar las alternativas, como una economía basada en reglas, que puede dar mayor previsibilidad y eficiencia. Los eventos ocurridos esta semana son una buena oportunidad para que el lector se plantee sobre la existencia y necesidad de la banca central y su rol interventor en la economía.