A partir de ahora, los profesionales encargados de realizar radiografías deberán llevar a cabo una evaluación adicional antes de efectuar el examen. Dicha evaluación consiste en determinar si los pacientes en edad fértil, es decir, entre los 12 y 55 años, pueden estar embarazadas.
Además, se les solicitará a los pacientes que informen sobre sus pronombres y género de nacimiento, con el fin de brindar un trato respetuoso y acorde a su identidad de género.
Es importante mencionar que esta medida tiene como objetivo garantizar la seguridad y el bienestar de las pacientes embarazadas, así como promover un ambiente inclusivo y respetuoso en el ámbito médico.
En definitiva, se trata de una iniciativa positiva que busca atender las necesidades de todos los pacientes, independientemente de su género o situación reproductiva.