Un trágico evento ha conmocionado al occidente de Boyacá, luego del asesinato de Juan Sebastián Aguilar, un renombrado empresario que brindaba protección a los esmeralderos y sus negocios. La situación es aún más alarmante, ya que este atentado especializado, diferente al ocurrido en octubre del año pasado, logró acabar con la vida de Pedro Pechuga, como se le conocía al empresario chiquinquireño.
La fatídica tarde-noche de este miércoles, un francotirador acabó con la vida de Juan Sebastián Aguilar en un lujoso sector del norte de Bogotá, Bosques del Marqués, sito en la calle 138 con carrera séptima, alrededor de las 6:00 p.m. A pesar de que el empresario fue trasladado rápidamente a un centro asistencial cercano por su propio equipo de seguridad, falleció a causa de un impactante disparo que entró por su espalda y salió por el pecho.
El gremio de los esmeralderos, en un comunicado, mostró su profunda preocupación y exigió una rápida intervención de las autoridades para evitar consecuencias mayores. El documento expresa: Este lamentable hecho no solo atenta contra la vida de un ser humano, sino también contra los valores de seguridad, paz y respeto que defendemos como gremio. Nos solidarizamos con la familia de la víctima en este doloroso momento, y exigimos a las autoridades competentes una investigación rigurosa y expedita que permita esclarecer los hechos.
Juan Sebastián Aguilar, quien anteriormente fungió como escolta de Víctor Carranza y posteriormente se convirtió en accionista de Esmeraldas Santa Rosa S.A., incluso formando parte de su junta directiva junto a esmeralderos de la talla de Jesús Hernando Sánchez Sierra, era además el propietario de Seguridad Oriental Ltda. Esta compañía se dedicaba a proporcionar seguridad no solo a los esmeralderos, sino también a sus empresas.