En una localidad de la provincia de Catamarca, a unas 300 kilómetros de la capital, una mujer que ha sido víctima de violencia de género durante años está pidiendo que su agresor no quede en libertad. Mariel Álvarez, de 31 años, teme por su vida y la de sus hijos, después de que su pareja, Maximiliano Araya, le provocara graves lesiones en la cara en presencia de su hija de tres años.
El ataque ocurrió el 20 de junio por la madrugada, cuando Araya, de 35 años, agredió violentamente a Mariel, quien tuvo que ser internada en el hospital local durante varios días. La mujer denunció el hecho a la Policía de Catamarca y relató que su hija gritaba y lloraba mientras el hombre la golpeaba. Una amiga de Mariel salió en su defensa y también resultó herida.
Araya fue arrestado al día siguiente y acusado de lesiones leves y amenazas en contexto de violencia de género. Sin embargo, la abogada de Mariel, Marcela González, considera que el ataque debió ser calificado como tentativa de femicidio, ya que su cliente corrió grave peligro de muerte.
La investigación del caso está a cargo de la fiscal subrogante Soledad Rodríguez, y se están recopilando pruebas médicas, pericias psicológicas y otros elementos probatorios. González también solicitó una Cámara Gesell para los dos menores, quienes fueron testigos de los maltratos que sufrió Mariel durante años.
La abogada también representa a la madre de María Milagros Vázquez, una joven asesinada por su padrastro en la localidad de Recreo. González advirtió que es fundamental que la Justicia actúe con perspectiva de género y que las mujeres denuncien los hechos de violencia para evitar tragedias como la de María.
En la localidad de Andalgalá, donde vive Mariel, no hay médico forense, por lo que los estudios tuvieron que hacerse en el hospital local. Los análisis médicos y las pericias psicológicas están siendo investigados por el fiscal original de la Fiscalía de Andalgalá, Martín Camps.
Mariel y sus hijos viven con el temor de que Araya quede en libertad y vuelva a agredirlos. Su hijo de 15 años presenció todos los hechos de violencia que sufrió su madre, por lo que González solicitó que se le tome testimonial y sea escuchado.
La abogada también pidió que el caso sea caratulado como femicidio en grado de tentativa, ya que considera que la vida de Mariel corre grave peligro. Si Araya queda en libertad, existe el riesgo de que vuelva a atacar a Mariel y a sus hijos.