El refrán más sabe el diablo por viejo que por diablo destaca la sabiduría que se adquiere con los años, pero no aborda los posibles cambios en la memoria y la capacidad de concentración que pueden ocurrir en la vejez. La percepción y la memoria pueden verse afectadas por el deterioro de los sentidos y las preocupaciones emocionales. La neuropsicóloga Diana Carolina Rodríguez, directora de Versania, Cuidado y Vida, comparte recomendaciones para distinguir entre los cambios normales relacionados con la edad y los signos de posibles problemas de salud mental en los adultos mayores.
Es fundamental observar el comportamiento actual de una persona y compararlo con su comportamiento anterior. Cambios significativos pueden ser un indicio de problemas de salud mental. Algunas señales de alerta incluyen la dificultad para recordar cosas, desorientación en lugares conocidos, dificultad para resolver problemas simples y cometer errores en tareas habituales. Si nota alguno de estos signos, es recomendable buscar asesoría profesional.
El envejecimiento conlleva cambios en los hábitos ocupacionales y de estilo de vida, lo que puede afectar la salud mental y emocional. La falta de ocupación puede generar sentimientos de falta de propósito y afectar negativamente la salud física y mental. Para un envejecimiento saludable, se sugiere buscar nuevas ocupaciones, mantener la mente activa, fomentar relaciones sociales, educarse sobre la vejez y gestionar adecuadamente el estrés y la ansiedad.
En resumen, es importante estar atento a los cambios en el comportamiento y buscar asesoría profesional si se detectan señales de alerta. Además, mantener una vida activa e informarse sobre la vejez puede contribuir a un envejecimiento saludable y satisfactorio.