Unas 60 cohetes han sido dirigidos hacia el Estado de Israel, y aproximadamente 15 de ellos han sido interceptados, según informan las autoridades israelíes. Este ataque con misiles constituye una clara violación de la soberanía israelí y pone en riesgo la vida de sus ciudadanos.
Es importante mencionar que el país hebreo cuenta con un sistema de defensa antimisiles sofisticado, el cual ha demostrado ser efectivo en la interceptación de los proyectiles hostiles. Sin embargo, estos ataques representan una amenaza real y presentan un desafío para la seguridad nacional de Israel.
Las autoridades israelíes han condenado enérgicamente este ataque y han advertido que responderán con fuerza y determinación a cualquier agresión contra su territorio. Mientras tanto, la comunidad internacional debe condenar enérgicamente estos actos de violencia y trabajar para promover la paz y la estabilidad en la región.