Donald Trump, exmandatario de los Estados Unidos y posible candidato para las próximas elecciones presidenciales, ha modificado recientemente su postura respecto a bitcoin y las criptomonedas. Durante su primer gobierno, Trump se mostró crítico con las criptomonedas, llegando a afirmar que no eran más que un activo para facilitar mercados ilegales. No es dinero, sentenció en su momento.
Sin embargo, en su reciente aparición en la conferencia Bitcoin en Nashville, Trump se ha autodenominado como un criptopresidente y ha prometido despedir al actual titular de la Comisión de Bolsa y Valores SEC, Gary Gensler, debido a su actitud persecutoria hacia la industria. Trump ha adelantado que, de ser elegido nuevamente, implementará regulaciones a cargo de personas que apoyen a la industria, en lugar de aquellos que desean frenar su crecimiento.
Aunque esta nueva postura podría atraer a votantes que consideran que la regulación es un obstáculo para el desarrollo del sector, no queda claro cómo afectará a los pequeños inversionistas que utilizan las criptomonedas como un medio para proteger sus ahorros de la inflación. Trump ha mencionado su apoyo a la autocustodia de bitcoin y ha prometido que, bajo su gobierno, los Estados Unidos no venderán su BTC. Sin embargo, no ha ofrecido detalles sobre medidas para incentivar el intercambio de criptomonedas, la inclusión financiera, la promoción de pagos en monedas digitales, la conectividad a sectores vulnerables o la mejora del marco legal existente para brindar seguridad jurídica a inversionistas e instituciones.
A pesar de la nueva postura de Trump, algunos críticos, como Vitalik Buterin, fundador de Ethereum, han expresado su preocupación por el hecho de que el apoyo a candidatos pro-criptomonedas solo por esa razón pueda crear un gradiente de incentivos en el que los políticos solo necesiten apoyar las criptomonedas para obtener respaldo.
Es importante recordar que, durante su primer mandato, Trump cumplió solo el 23% de sus promesas de campaña, según datos de Polifact. Actualmente, Trump está tratando de atraer a los más de 50 millones de usuarios de criptomonedas en los Estados Unidos que se sienten descontentos con las políticas regulatorias contra la industria de las criptomonedas.
A pesar de las incertidumbres, lo cierto es que Trump ha logrado poner a las criptomonedas en el centro de atención durante su campaña, subrayando la necesidad de abordarlas adecuadamente en una plataforma de gobierno. En definitiva, bitcoin y política ya no son asuntos separados.
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