Alice Cowdrey experimentó un momento de susto al percatarse de que la estatua frente a ella carecía de cabeza. En tales situaciones, es normal sentirse alarmado, ya que el rostro es una parte fundamental en la forma en que reconocemos a las personas y objetos. En este caso, la falta de la cabeza de la figura habría sido suficiente para alterar a cualquiera. Aunque puede resultar inquietante, es importante recordar que las estatuas y figuras suelen ser creaciones artísticas y no representan una amenaza real.