Carter Center Finds Venezuelan Elections Lacked Democracy

El Centro Carter, organización que supervisó las elecciones presidenciales en Venezuela, declaró este martes que el proceso no cumplió con los parámetros y normas internacionales de integridad electoral, por lo que no puede ser considerado como una democracia. El Centro Carter no pudo verificar la autenticidad de los resultados de los comicios, ya que el Consejo Nacional Electoral CNE no ha anunciado los resultados desglosados por mesa, lo que supone una violación grave de los principios electorales.

La organización señaló que el proceso electoral no alcanzó los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas clave y ha infringido varios preceptos de la legislación nacional. El Centro Carter indicó que el ambiente en el que se desarrolló la elección estuvo marcado por restricciones a las libertades de los actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación. Durante el proceso, las autoridades del CNE mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición.

La actualización del registro de electores se llevó a cabo con diversos inconvenientes, como plazos cortos, escasos lugares de inscripción y poca difusión pública. El problema se agravó en el extranjero, donde los ciudadanos se enfrentaron a barreras legales desmedidas para inscribirse en el padrón en el extranjero.

El registro de partidos y candidatos tampoco se ajustó a los estándares internacionales, y las formaciones opositoras han sufrido intervenciones judiciales en detrimento de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos. La inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición estuvo sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales, que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos.

La campaña electoral se llevó a cabo con un desequilibrio notorio a favor del gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con amplios recursos, lo que se tradujo en una gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor. La candidatura oficialista abusó de los recursos públicos, incluyendo el uso de vehículos, la movilización de funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales.

La candidatura oficialista tuvo preponderancia en la televisión y la radio en publicidad, transmisión de eventos e información, y las autoridades intentaron restringir las campañas opositoras, incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios a políticos antichavistas para generar un efecto disuasivo.

A pesar de todo, la ciudadanía venezolana se movilizó masivamente y pacíficamente el 28 de julio para expresar sus preferencias y la jornada de votación transcurrió de manera cívica, a pesar de las restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales y a testigos de partidos. La organización también criticó la presión sobre el electorado con puntos de control partidario gubernamental en la cercanía de los recintos para verificar la asistencia de los votantes.

El Centro Carter desplegó 17 expertos y observadores a partir del 29 de junio, con equipos en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia, donde se reunieron con una amplia gama de actores, incluyendo el CNE, candidatos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, entre otros. La organización publicará un informe final de su misión de observación en Venezuela, detallando todos los hallazgos adelantados en el comunicado.