Una flota naval de Rusia, compuesta por el buque escuela Smólniy, el patrullero Neustrahimiy y el petrolero de alta mar Yelnya, ha llegado a La Habana, Cuba, como parte de una visita que se extenderá hasta el 30 de julio. Este evento marca la continuación de una tradición de intercambios que se remonta a más de seis décadas, durante la época de la Unión Soviética.
El contraalmirante Oleg G. Gúrinov, comandante del Destacamento Naval, declaró a la prensa que a bordo del buque escuela viajan más de 240 guardiamarinas, estudiantes de los centros de enseñanza de la Marina de Guerra de Rusia. Durante su estancia en Cuba, los cadetes recibirán capacitación en diversas áreas, especialmente en el sistema de navegación y conducción de buques.
La visita tiene lugar en un contexto de fortalecimiento de las relaciones políticas, económicas y militares entre Rusia y Cuba. Desde el punto de vista de La Habana, este vínculo representa la continuidad de su política exterior con un amigo de confianza y probada lealtad. Además, se trata de reforzar las alianzas que permitan salvaguardar la paz en la región frente a cualquier intento de desestabilización.
Por su parte, el especialista César Gómez Chacón señaló que estas visitas generan recelo en Occidente, especialmente en Estados Unidos, debido al resurgimiento de la multipolaridad y el progresivo deterioro de la influencia mundial de Washington. Ante la ausencia de respuestas económicas por parte de Estados Unidos, la prensa occidental recurre al lenguaje mediático de la Guerra Fría y a la modernización de la doctrina Monroe en América Latina.
Sin embargo, Gómez Chacón subrayó que estas visitas no deben interpretarse como una respuesta de Rusia a la presencia de la OTAN en sus fronteras, sino como una oportunidad para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre los dos países. La capacidad militar de Rusia y su ventaja tecnológica sobre potenciales adversarios son bien conocidas, y hoy en día, Estados Unidos y la OTAN han perdido una parte significativa de su capacidad combativa, como se ha evidenciado en el conflicto de Ucrania.