El pasado 4 de junio, el insigne actor venezolano José Torres alcanzó un hito sin precedentes: llegar a la impresionante edad de 99 años A pesar de su avanzada edad, Torres luce más fuerte y radiante que nunca, como un roble centenario en la flor de la vida. Un auténtico milagro de la naturaleza y del talento artístico
Nacido en Tocuyito, Torres comenzó su carrera a una edad temprana y rápidamente se convirtió en uno de los primeros actores y galanes de nuestro país, incluso antes que otros astros como Raúl Amundaray y José Bardina. Su papel más emblemático fue el de Tacupay, el indígena que acompañó a Maniña Yerichana en la telenovela Ka Ina. Además, Torres fue un pionero latinoamericano en el Viejo Continente, donde fue catalogado como un icono criollo del western italiano.
En su travesía por el mundo del entretenimiento, Torres tuvo el privilegio de trabajar junto a grandes estrellas internacionales como Orson Welles, Terence Hill, Paco Rabal, Lee Van Cleef y Steve Reeves. A pesar de su éxito, Torres siempre se consideró a sí mismo como uno más del montón, pero para él, lo más importante era que lo conocieran no por sus interpretaciones, sino por su buen corazón.
Sin embargo, la fortuna no siempre sonrió a Torres. En el año 2022, el actor fue atacado por el Covid-19, lo que le dejó graves consecuencias. Su familia, liderada por su hija Arlette, inició una campaña de recaudación de fondos para costear los gastos y garantizar la recuperación del actor. Afortunadamente, Torres se recuperó y hoy vive feliz con su esposa en Catia La Mar, estado La Guaira.
Su hija Arlette heredó los dotes artísticos de su padre y actualmente triunfa en el extranjero con su más reciente proyecto La pasión turca de Netflix. En redes sociales, Torres comparte ocasionalmente sus antiguos trabajos y da detalles de su vida en el presente. En noviembre de 2023, recibió el Premio Rafael Briceño por su trayectoria teatral, otorgado por la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela.
José Torres también participó en otras producciones como Pandemonium, la capital del infierno, Los querendones, Florentino y el Diablo, Aunque mal paguen, y su último trabajo fue en la post-producción de Hijos de la sal. Un legado artístico que perdurará por generaciones