Bajo el foco de las cámaras, Nicolás Maduro anuncia sorpresivamente el reinicio de conversaciones con los Estados Unidos, solo 26 días antes de las cruciales elecciones presidenciales en Venezuela. Una movida que ha dejado a más de uno con la boca abierta y que ha desatado una ola de especulaciones en el país caribeño.
Desde hace más de un año, la administración de Joe Biden ha estado en contacto directo con los representantes del oficialismo, un canal que se había interrumpido con la llegada de Juan Guaidó. Sin embargo, a pesar de los acuerdos alcanzados en Qatar y los alivios que han impactado especialmente al sector petrolero, el oficialismo ha acusado a los Estados Unidos de no cumplir con los acuerdos y de violar lo pactado, lo que llevó al distanciamiento de las negociaciones.
Pero, qué ha llevado a Maduro a dar este giro inesperado Algunos analistas sugieren que esto podría ser una medida desesperada de Maduro, luego del simulacro electoral realizado el domingo. A pesar de que el Consejo Nacional Electoral no ha dado a conocer las cifras de participación, solo ha anunciado que el proceso de votación toma 38 segundos, los indicios apuntan a que el 28 de julio, los venezolanos saldrán en masa a votar.
La encuesta de la consultora Datincorp, realizada en mayo, arroja un escenario preocupante para el oficialismo, ya que el candidato opositor Edmundo González cuenta con el 62% de aprobación, frente al 20,33% de Maduro. Frente a este panorama, el presidente venezolano ha aceptado la propuesta de los Estados Unidos para reanudar los diálogos directos, con el objetivo de buscar nuevos acuerdos y garantizar la celebración de elecciones competitivas e inclusivas.
Por su parte, la oposición venezolana ha anunciado que participará en los diálogos con los Estados Unidos, con el objetivo de lograr un ambiente de mayor normalidad posible en el proceso electoral. Sin embargo, la oposición se enfrenta a serias dificultades a la hora de negociar con el régimen, ya que no cuenta con suficientes incentivos para ofrecerle a Maduro, más allá de recurrir a la comunidad internacional y apoyarse de las sanciones estadounidenses y de la Unión Europea.
En medio de este escenario, la administración Biden ha sido cuestionada en diferentes oportunidades por su carácter débil frente al gobierno venezolano. La reciente decisión de canjear al empresario colombiano Alex Saab por 10 presos estadounidenses ha generado controversia y ha llevado a muchos a cuestionar la eficacia de la política exterior de los Estados Unidos hacia Venezuela.
En conclusión, el reinicio de las conversaciones entre Venezuela y los Estados Unidos ha desatado una ola de especulaciones en el país caribeño. Mientras algunos ven esto como una medida desesperada de Maduro, otros consideran que se trata de una estrategia para ganar tiempo y desviar la atención de la crisis interna que vive el país. Solo el tiempo dirá si esta movida será efectiva y logrará el objetivo deseado por el oficialismo.